sábado, 29 de junio de 2013

HOY.-

 
 
Hoy debiera ser un gran día.
Hoy todo debiera ser felicidad.
Hoy debiera correr el vino con generosidad.
Hoy debieran, el amor y la amistad,
abrir sus puertas de par en par.
Hoy mis amigos me debieran felicitar.
Hoy solo los silencios, acompañando me están.
¿ Donde las palabras que hablan de amor?
¿ Y la amistad ?¿ Donde están?
Palabras que mienten y hablan de dolor,
palabras que hablan con engaño.
Dulces palabras, bañadas en miel,
y, engañosas envuelven en hiel,
la traición y la mentira.
Palabras, dulces o amargas,
otras, alegres o mentirosas,
todas las expresa la voz,
hasta quedarte sin palabras,
hasta quedarte sin voz.
Hoy debiera ser un gran día.
Hoy con o sin palabras, ¡es un gran día !


jueves, 27 de junio de 2013

SAN JUAN.-


Hoy, 24 de junio, San Juan, mi santo.En estos momentos me encuentro en la sala de espera del doctor Meca Lallana, neurólogo que atiende y trata mi enfermedad, llamada Miastenia Gravitis.
Hace varios días que he salido del hospital Virgen de la Arrixaca. Tengo cita semanalmente para controlar el estado de esta enfermedad. Hoy son tantas las llamadas que estoy recibiendo para felicitarme que ,para no molestar al resto de personas, que esperan ser atendidas que he adoptado la decisión de poner el móvil en silencio y atenderlas luego, fuera de aquí.
Me acomodo en el incomodo asiento, entorno los ojos y evocando el reciente pasado, pasan por mi mente las imagenes de varias celebraciones que cada año se hacían en este día. Día muy importante junto con mi familia, mis amigos y todos los empleados de mi empresa juntamente con sus esposas he hijos.Era un gran día para todos, de pronto oí  mi nombre por los altavoces reclamandome en consulta, apresure en recoger mis cosas y salí hacia la consulta que se me había indicado, pensé en ese corto trayecto que volvería a celebrar este día con las personas que seguían queriendome y aunque solo fuese por última vez.

martes, 18 de junio de 2013

MANOS ABIERTAS


Manos abiertas,
de par en par.
Ojos vacíos,
para no mirar.
Oídos sordos,
para no escuchar.
Nada me queda,
tal vez una señal,
en unos de mis dedos,
por que tu anillo tampoco esta.
Manos abiertas,
te deje escapar.
Ojos vacíos,
sin ver la verdad.
Oídos sordos,
sin querer oír la realidad.
Solo en mi dedo,
quedó la señal.
¿Solo en mi dedo?
¿Y la herida en mi corazón?
¿Y la desdicha en mi alma?
Y me pregunto mil veces,
¿Porque?
Rico y feliz,
era ayer.
Hoy soy pobre e infeliz.
Ayer, rico con tu cariño,
feliz y dichoso,
con nuestro amor.
¿Donde estas?
Ven, para que cierre mis manos,
en caricias amorosas,
para que abra mis ojos,
y tu belleza puedan contemplar.
Que se abran mis oídos,
oyendo de tus labios,
encendidas palabras de amor.
Ven para que llene mis manos,
ya cerradas, apretando tus caricias.
Que llenes mis ojos, mis oídos,
repletos de tu amor.
Ven y coloca el anillo de desposada,
donde quedo la señal,
que el tiempo aún no ha borrado.
Ven, te espero.
Siempre te esperare.
 

LA POSADA

 


Hace unos días me encontraba en una tienda de accesorios agrícolas para hacer unas compras. Esperaba mi turno para ser atendido, cuando entro un señor muy mayor, al verle el dependiente le dijo con viva simpatía  y agrado:

- Buenos días señor Martínez, hace días que no le vemos por aquí, le veo muy bien de aspecto, para los noventa y tantos años que ya tiene cumplidos, en fin le veo muy enérgico, le atiendo enseguida.

Aun recuerdo las palabras que contesto el señor Martínez al dependiente:

- SI FERNÁNDEZ ME ENCUENTRO MUY BIEN, PERO POR LO QUE LLEVO ANDADO, LA POSADA DEBE DE ESTAR CERCA.

Quedé impresionado por esta contestación y con cuanta sabiduría y delicadeza hizo referencia a la poca vida que a su edad le podía quedar.

martes, 4 de junio de 2013

ESPEJO DE AGUA



En el espejo del río,
te contemplaba,
en agua callada.
Alargué la mano,
en inútil caricia,
Por que al intentarlo,
desapareció tu imagen,
en ondas calladas.
Llorando en mi desconsuelo,
miraba el agua serena,
y que volvieras de nuevo,
para poder contemplar,
tu imagen amada.
Cohibido, miraba el agua,
que en ondas calladas,
de ti me alejaba.
Esperando, quede dormido,
y como un pordiosero,
la mano alargada,
esperando volviera,
la dulce imagen,
de mi enamorada.