¡Ya se ha roto!
Se ha roto en millones de pedazos.
Ya no es roca, es arena.
Tus pies ya la han pisado,
sin herirlos ni mutilarlos.
Ya no es roca, es arena
y, hasta las olas del mar,
se han atrevido a besarla,
a dormir en su regazo
y envuelta en espuma blanca,
en la mar se va quedando.
Ya no es roca, solo arena.