que inundan de luz mi fiel corazón.
Mi Alma,
que tanto te ama,
del dulce bálsamo tomó,
con amor.
Al sentir de tus labios,
te quiero,
dos lágrimas temblorosas,
de tus ojos rodaron.
Fue un parto sin dolor,
porque en aquél momento,
el Amor,
había anidado en tu corazón,
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