El pasado 24 de junio fue el día de San Juan. ¡ el día de mi santo ! Los dos últimos años he venido quejando por no poderlo celebrar con el esplendor que solía hacerlo, era un día largo y muy disfrutado con mis empleados y sus familias, así como con amigos y personas queridas.
Por inesperadas enfermedades, me fue imposible celebrarlo como era costumbre y triste lo pasé en la fría habitación de un hospital.
Este año lo he celebrado contento y feliz, por estar en casa y en paz con mis enfermedades ya que el día anterior recibí el alta y aunque algo débil estaba en mi casa con mi familia.
Recibí cientos de llamadas felicitándome por estar bien de mis males y por mi santo. Las visitas no pude atender debidamente porque la debilidad que sentía no me lo permitido. Comí solo con mi esposa y mi hija mayor y como digo me sentí muy feliz, había dejado atrás los malos tiempos a los que me había sometido la enfermedad. Gracias a Dios me siento capaz e ilusionado con mi futuro , siendo útil a la sociedad que me debo. Gracias a todos aquellos que durante un tiempo se preocuparon por mi y me ayudaron a superar los males que me aquejaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario