domingo, 25 de agosto de 2013

LUNA NUEVA



Al Ocaso del día, brillaba la Luna Nueva,
jugando al escondite,
con la nube que pasaba,
y, con  las copas de los arboles,
que con mimo la tapaban.
Yo la miraba escondido,
al celo del limonero,
esperando que se escondiese,
para besar a mi amada,
sin que nadie lo notara.
De pronto brillo la Luna,
y, tu cara arrebolada,
volvió a incitarme de nuevo,
para besar con mas gana.
La Luna subió tan alta,
que ya nada la tapaba,
y, era tan clara su luz,
que los juegos del amor,
los dejamos con desgana,
y, esperar otra noche,
a que la luna complice,
entre nubes se ocultara.

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