domingo, 27 de noviembre de 2011

SABOR AMARGO.-

Creí que el Mundo se hundía,
y, que las estrellas caían del Firmamento.
Un sabor amargo había en mi boca.
Zumbaban mis oídos, y, mi vista se nubló.
En ese momento, comprendí que no me amabas.
Gracias,
por las horas felices que me has dado,
aunque muy caras las he pagado.
El sabor de la desdicha es muy amargo,
el de la venganza, no quiero probarlo.
Ciego fui, por no querer ver,
sin comprender que algún día,
tendría que suceder.
Cuando vi y comprendi,
me negué a tenerte que perder,
y, dejar de ser feliz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario