Busqué calor entre la gente,
el calor que me faltaba,
el que mi amor impotente
el calor que me faltaba,
el que mi amor impotente
de ti nunca lo lograba,
y, la gente me acogía
como un tempano de hielo,
con la misma indiferencia
de tu amor tan husero.
Y muriendo entre la gente
que pasaba indiferente,
sin saber que al no tenerte,
me iba causando esta muerte.
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