pero no te encuentro,
pues solo era un sueño
lo que creí ser cierto.
Alargué la mano
y allí estabas tú.
Lo vi en mi sueño,
con exactitud.
No creí en tanta dicha
y con temor te busqué,
y al contacto de tu piel
me tranquilice.
Me recreo contemplando
tu cuerpo sedoso,
que unas horas antes,
se entregó gozoso.
De pronto, despierto
mirando con rabia
la cama vacía y descontento
maldigo mi cruel fantasía.
es de lo mas adornado y profundo que he leido.
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