
sin reservas en mi camino.
Son años los que espero,
como un sediento,
la entrega de tus sentimientos,
como yo los siento.
Y de pronto,
como una luz en el cielo,
como un torrente, como un bramido,
con un impulso incontenido,
dabas y dabas, todo lo tuyo,
exigiendo, como yo exigía.
Pidiendo, como yo pedía,
y recibías ¡ Oh suerte tuya!
Como hasta este momento,
jamás yo había recibido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario