miércoles, 20 de noviembre de 2013

MENTIRAS

 
 
En blanco mi mente,hueca, vacía
sin ningún sentimiento,diría,
que motive el hacer en este día.
Anoche al acostarme, ya sabia,
que mi felicidad era perdida,
En tu mirada había anidado la idea
de terminar.
Empezaste con sonrisas,
de invitaciones paganas.
Miradas que engatusaban
con insinuaciones lascivas.
¡Cuantas mentiras, cuando decías,
" demonos un tiempo,
probemos y ver que pasa" !.
Mentiras y mas mentiras,
tu ya habías decidido,
ya tenias el repuesto a nuestro amor,
querías cortar sin terminar,
por si tu cambio salia mal,
siempre tendrias,
al que te amaba de verdad.
Pero el amor se acaba,
cuando se trata mal.
Y ahora soy yo,
el que no quiere que vuelvas,
¡ Nunca, jamas,!
que te vaya bien, porque a mi,
ya no me encontraras.





 
 


viernes, 15 de noviembre de 2013

¿VOLVERAN?


Hace mas de treinta años que una pareja de golondrinas hizo su nido en un rincón de la cuadra de caballos de mi casa de campo, construyendo el nido muy alto casi junto al techo de la cuadra. No han faltado ni un solo año en acudir por primavera a ocupar su nido, asearlo, retocarlo y hacer su puesta de huevos, sacando un par de nidadas por año.
Si la vida de una golondrina es de media de unos cuatro años, las parejas que anidan en la actualidad deben ser como mínimo a la octava generación de aquella pareja que hizo el primer nido.
Este año y por primera vez han acudido mas golondrinas y han confeccionado dos nidos mas, con lo que cuento con tres parejas de avecillas conviviendo con mi familia por lo menos hasta finales de septiembre.
Este nuevo proceder de estos bonitos animalejos ha conseguido llamar mi atención y observar su comportamiento, cosa que nunca había hecho.
Me gusta su canto. Hay momentos que una o varias se posan en los alambres del emparrado del patio y forman un concierto de bonitos trinos. No se molestan con nuestra presencia, ni se cohiben si hablamos o ponemos música. Hay noches que por descuido se puede quedar alguna luz encendida y cuando llega su hora se posan al borde del nido y duermen con sus polluelos hasta el amanecer.
Cuando llegan para dar de comer a sus hijos es cuando observo que suelen ser mas recelosas de su entorno, dan unas rápidas pasadas a gran velocidad y una vez sachisfechas de lo que ven acuden al nido y alimentan a sus crías.
Antes de la segunda anidada echan fuera del nido a sus hijos ya dispuestos y preparados para volar, les acompañan en sus cortos vuelos y muy rápidamente las crías están volando con sus padres a mas altura y distancias mas largas.
En septiembre tanto las parejas que llegaron como su crías, desaparecen ocasionalmente, y a su vuelta se posan en los cables eléctricos cercanos a la casa y pasan horas con sus cantos. Les gusta estar juntas y se les nota que se están preparando para su marcha de retorno a otros lugares. Hace días que no duermen en sus nidos, pero siguen durmiendo dentro de la cuadra de caballos, sus excrementos indican donde suelen pasar las noches, hasta que, un día desaparecen, sin mas, igual al día que llegaron. Les echo de menos y espero su retorno en la próxima primavera con la misma ilusión de siempre.